Después de un día duro, la enorme polla negra de mi vecino alivió mi estrés. La devoré ansiosamente, disfrutando cada centímetro antes de recibir una satisfactoria follada anal y una explosiva corrida.
Después de un largo día de trabajo, no podía esperar para llegar a casa y comenzar mi noche salvaje.Siempre he sido una gran fanática de chupar una gran polla, y sabía que mi vecino tenía justo lo que estaba deseando.Su polla monstruosa es legendaria en nuestro edificio, y me he estado muriendo por saborearla.Cuando entré, él ya estaba desnudo, listo para la acción.No perdí más tiempo, dejándome caer de rodillas y metiendo su enorme polla negra en mi boca.El sabor y tamaño de su polla me hacía gemir de placer.Le encantaba verme chupar su polla, sus ojos se llenaban de lujuria mientras me miraba hacerle una garganta profunda.Después de un rato, me volteó y me azotó su polla en mi culo, haciéndome gemir aún más fuerte.La follada a pelo fue intensa, y pude sentir su polla golpeando mi próstata, haciendo que me corriera fuerte.La vista de su semen en mi culazo lo hizo sonreír, y ambos sabíamos que esto era solo el comienzo de nuestros encuentros calientes.
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